CÉSAR VALLEJO. LA VIDA BÁRBARA                                                          La novela histórica de Jorge Nájar

por Sonia Luz Carrillo

 

La narrativa de un poeta.

Jorge Nájar, creador de obras narrativas: Nadie escucha el canto(1999), narra la descomposición social de un pueblo de la Amazonía a partir de un crimen político. La penúltima odisea(2007) selección de cuentos; Vallejo y la célula non plus ultra(2010); la trilogía bajo el título El árbol de Sodoma(2014)  y ahora César Vallejo. La vida bárbara (2019).

En primer lugar, me referiré a la audacia de escribir acerca de Vallejo ¿Qué decir de nuevo? ¿Dónde situar el punto novedoso?

Para encontrar lo nuevo, el poeta narrador emprende una ardua tarea: se pone el imperativo de la amplia documentación. Se hace a la mar de la producción tanto del propio Vallejo en poesía y mucho más de ella. Inicia el camino con la minuciosa consulta a la correspondencia del poeta; realiza el detallado registro de su vasta producción periodística; recoge testimonios escritos de aquellos que compartieron con el poeta distintos momentos de su agitada existencia, cartas, ensayos, artículos periodísticos… 

 

La elección del género

Con esos ingredientes, elige el género. Nájar ya había abordado desde la ficción Vallejo y la célula non plus ultra, el tema de un supuesto nieto de Vallejo inmerso en la turbulencia de la vida parisina de los años 80-90 que trata de reconstruir la vida del abuelo en Lima y en París durante las primeras décadas del siglo XX. 

Ahora la elección es crear unanovela histórica. Y emprende la tarea de una obra osada que se recorte de la biografía y de la historia. Un acercamiento a Vallejo y a su tiempo, a Vallejo en sus distintos espacios. Para eso Nájar no solo tiene el talento y el deseo. Tiene las vivencias y la imaginación. Retratar con plena verosimilitud artística, una experiencia vital compleja en un mundo agitado por la realidad social, cultural y política.

 

La elección del tipo de narrador

Aquí viene otra elección, la del tipo de narrador. Es un narrador omnisciente de focalización interna. Uno que lo sabe todo y lo sabe desde la subjetividad del protagonista, aunque a veces simule que lo hace desde el exterior, desde los otros.

Esto no es obstáculo para la incursión del relato, con minuciosidad notable, de los hechos del entorno, los sucesos importantes de la historia social desde el nacimiento hasta la muerte de Vallejo, precisamente porque estos hechos dan sentido a los acontecimientos individuales y su impacto en la vida del protagonista. 

Hechos de naturaleza cultural, social, política, económica, etc., en rápida sucesión se ofrecen a nuestra mirada lectora intensificando el interés sí, de la vida de Vallejo, pero también de cada momento en que ella es vivida, gozada o padecida. 

 

SU VALLEJO

Con estos elementos y decisiones, Nájar compone su VallejoEl autor real compromete sus propias vivencias, sentires, andanzas con su propósito literario. Y quienes lo conocemos, y hemos hecho con él buenos tramos de camino como es mi caso, lo descubrimos rápidamente.

Por ejemplo, Nájar viajero desde muy pequeño, recorre con asombro espacios más amplios a los que la suerte parecía destinarlo; recorre el camino de Vallejo púber y adolescente que se desplaza con idéntico afán. Y ambos saben del llegar a ciudades grandes y complejas. Ambos llegan a Lima. Vallejo a la de los años 20’; Jorge a la de los años 60’. La imaginación, la memoria y la documentación cubren los espacios novelados con gran eficacia narrativa.

No es casual que ambos se dirijan a la ciudad luzllenos de sueños e incertidumbres. Se apropien de la ciudad. Y por ello, el autor nos haga recorrer ahora, a sus lectores, con precisión matemática, las calles de París, sus bulevares, sus puentes, sus cafés, sus barrios tan disímiles como disímil es la montaña alucinante de experiencias de un migrante artista en la ciudad del glamour y meca de tantos conocimientos. 

Nájar conoce al dedillo los espacios en los que vivió Vallejo, en el año 2011, grabó para la serie “Rutas Cervantes” la edición dedicada a Vallejo y hace de esta obra la ocasión de presentarlos. 

El narrador devela la subjetividad del protagonista en los momentos más inesperados. Vivencias y reflexiones se aúnan. Ejemplo, cuando luego de un intenso encuentro amoroso de los primeros momentos con Georgette, nos dice:

 “Cuando comenzó a vestirse el Vallejo clandestino recordó que semanas atrás había desnudado su alma en una confidencia amistosa a su amigo Juan Larrea, revelándole que en el fondo de su conciencia se había ido comprometiendo en política por el propio peso de las cosas sin que haya estado a su alcance el poder evitarlo, pero también pensó que ella había influido de manera decisiva en esa opción. Ponía en evidencia que la distinción de valores entre lo íntimo y lo social no eran tan excluyentes. Recordó lo que le había escrito al amigo: “Se vive y la vida se le entra a uno en formas que, casi siempre nos toman por sorpresa. Sin embargo, pienso que la política no ha matado totalmente que era yo antes”.

Anhelos, frustraciones; lealtades e infidelidades; aciertos, deslices, decisiones y postergaciones; exaltaciones y hondas caídas; celebración y angustia, producen un retrato verosímil del poeta más allá de los estereotipos. Un Vallejo desmitificado y cercano. Con luces y sombras que lo humanizan.  

 

La geología existencial

Quiero terminar esta breve incitación a leer la obra de Nájar remarcando la motivación de esta representación de Vallejo y su historia, metida en la historia, con las palabras que cierran el libro:

“Es el destino de la poesía: romper con los formalismo para recomponer el drama de la existencia…debajo de cada palabra, yace algo semejante a los elementos de la geología existencial donde están presentes los contenidos de lo que es, de lo que ha sido, y quién sabe, de lo que será la vida”.

 

 

Feria del libroMiraflores, Lima. 24 de noviembre de 2019

Historias al ritmo de Chacalón

 

 

Por Miguel Ildefonso 

 

 

 

 

 

La cuentística de Fernando Carrasco ha ido construyendo un ámbito literario, a través de la ficción, que solo tangencialmente se ha abordado en las últimas décadas, y es el del mundo marginal de Lima. Como ha dicho la crítica, esta línea, que proviene magistralmente de autores como Oswaldo Reynoso, Enrique Gongrais o Cromwell Jara, la toma Carrasco para articularla con otras influencias, quizás incentivado por su gusto por la música, como el argentino Jorge Luis Borges, vía el tango, o como el colombiano Fernando Vallejo, la cumbia y el vallenato presentes en su soundtrack. El tema de la venganza (el destino que paga con la muerte) unido a esa voz descarnada que rescata la jerga popular, por ejemplo, es algo que el narrador limeño ha sabido sacar provecho en sus paradójicas y sabrosas historias.

 

Ahora, con Historias al ritmo de Chacalón, Carrasco se ha adentrado a la zona cero de esa Lima convulsionada por la necesidad de la sobrevivencia, la audacia de evadir las leyes y la violencia que expectora tanto al más débil como al falso héroe. Al ritmo de las canciones de quien es la gran leyenda urbana de la música chicha, el cantante Lorenzo Palacios, conocido como “Chacalón”, las historias se cuentan tal como lo cuentan los personajes. Es un libro que narra sucesos tal como ellos lo han vivido, sentido y construido en la memoria. Ellos son aquellos sujetos hechos por la eventualidad del azar, la carencia o el arrebato del poder de un país complejo en sus contradicciones, jerarquías e idiosincrasia. La música de Chacalón, por eso, parece ser lo único capaz de armonizar ese caos, de dar sentido a los sentimientos de aquellos personajes que nunca llegan a cumplir sus sueños. La chicha, además, no solamente cumple esa función coadyuvante, es también el otro personaje que narra invisiblemente, que ata engañosamente los hilos fatales del amor.

 

En esa zona que comprende Santa Anita y El Agustino, y que colinda con La Victoria y Ate Vitarte (territorios de una Lima alquilada, pues nadie es dueño de nada finalmente), viven los “once chavetas”, aquellos jugadores de fulbito de barrio, donde nunca falta el faite, líder o héroe de la esquina que camina como sobre un anda ante los ojos de sus fieles seguidores. La finalidad de toda esa narración épica presente en Historias al ritmo de Chacalón es la construcción de mitos, mitos orales que el lenguaje escrito se encarga de adecuar para la reflexión. De ahí que de cada historia sacamos una conclusión, pero no a modo de moralejas, sino para poder entender esa ética o moral que desde la oficialidad apenas atisbamos enceguecidos por el prejuicio.

 

 

Es así que llegamos a conocer a fondo a Carehuaco, víctima del menosprecio debido al racismo. Y a Carmela, una migrante que cayó en el vicio, pero que finalmente es capaz de darnos una visión más optimista del mundo. Otro tema es la traición, algo tan relativo como inestable es el amor. Y consecuentemente también vemos la venganza a un nivel de reivindicación social, tal como se narra en la historia del Chacalón de barrio. Finalmente, nos hallamos en una paradoja al toparnos en la disyuntiva de elegir la barbarie o el amor, lo que le sucede al taxista cuyo hijo tiene un accidente y él se ve en el apuro de cubrir los gastos del Hospital Bravo Chico, hospital que es también un personaje constante en el libro. Libro que cierra con el título, que es una de los temas emblemáticos de Lorenzo Palacios, Tú serás la causa de mi muerte. Es allí donde se siente que el contador de historias es el mismo autor. Es el que canta aquella música que puede ser un arma que sirve tanto para conquistar el amor como para ser conquistado por la muerte.

 

Metralla es uno de los protagonistas al que le toca el castigo por la falta cometida. Y es que, en este mundo, donde es fácil trasgredir las normas o las leyes humanas, existe otro poder que no perdona, y es el destino o fatum.

 

Bueno, entonces, leamos, lectores avezados y temerosos, estas Historias al ritmo de Chacalón, con esa voz que expresa carácter, a la vez fuerte y ronco, a la vez melodioso y sentimental. La chicha es esa mezcla de cumbia y huayo, y este libro es la mezcla de la oralidad de los achorados y una heladita chela ante una rockola.

 

 

 

 

 

 

 

César Vallejo, La vida bárbara

Palabras de presentación de la novela César Vallejo, la vida bárbara de Jorge Nájar*

 

Frente a la hoja en blanco, el escritor -ya sea narrador, investigador social o cronista- que se haya propuesto retratar la vida de un personaje importante para la historia y la cultura de su sociedad, podrá siempre -grosso modo-  echar mano a dos formas o estilos de abordar dicha biografía.

 

Una forma, sería retratarla con la rigurosidad del dato exacto y preciso, sin ambigüedades ni equívocos, en donde la búsqueda de la verdad histórica, fácticamente fundamentada en fuentes confiables, sea su cometido principal, siendo el lenguaje una herramienta supeditada a que aporte sobretodo claridad conceptual en el discurso a elaborar.

 

Otra forma, sería retratarla respetando esa búsqueda, pero poniendo el énfasis en el uso de un lenguaje enriquecido por su gran capacidad lingüística y creativa, capaz incluso de “recrear” dicha verdad, cuando los enfoques o herramientas de investigación utilizados no puedan iluminar todas las circunstancias de la vida del personaje, sea por la falta de testimonios o de fuentes, o sencillamente porque el “tiempo histórico” no estaba maduro todavía, para aventuras literarias de tal envergadura.

 

Al respecto en nuestro medio, se han venido dando muchas incursiones biográficas en torno a la vida -y obra- de César Vallejo, tan indesligables por cierto. Algunos con mayor o menor fortuna, han podido brindarnos una combinación equilibrada entre la rigurosidad en la investigación y el cuidado de las formas en la capacidad de expresión: investigadores literarios, poetas y novelistas, escritores en general, han tomado el reto de escribir sobre nuestro poeta mayor, por lo que se ha venido dando una epifanía de publicaciones al respecto: biografías literarias (Stephen Hart), estudios biográfico-literarios (Manuel Velázquez Rojas), ensayos literarios con atisbos biográficos (Danilo Sanchez Lihón), y biografías clásicas stricto sensu (Miguel Pachas Almeyda).

 

Mención aparte son las novelas biográficas escritas por Eduardo González Viaña (Vallejo en los Infiernos) y, sobretodo, por Jorge Nájar (Vallejo y la célula non plus ultra), que ahora con esta nueva novela que presentamos, nos revela en su escritura  la ecuación perfecta: una completa y bien documentada información, que opera como sustrato que alimenta como fuente nutricia  todas sus páginas, y un depurado manejo del  lenguaje que se potencia con una poderosa capacidad de ficción literaria, esgrimida con maestría en la etapa parisiense del poeta.

 

 

Por estas páginas transcurren los primeros años del poeta, sus primigenios amores en Santiago de Chuco, su paso fulgurante por la Bohemia de Trujillo, el encuentro con la Lima de la Belle Époque de Valdelomar y compañía, el lanzamiento de Los heraldos negros, su primer libro tan esperado; sus crisis emocionales tan intensas como sus pasiones amorosas en Lima,  y su aventura carcelaria en Trujillo, que en conjunto darán cuenta de la poesía Trilceana, tan incomprendida en su tiempo, hasta su fuga a la Ciudad Luz, y en ella los primeros años de su “Vida Bárbara” que prolongó a puñetazos hasta el último latido en el “Bajo Imperio”; de su red de amigos escritores y artistas de Favorables París Poema; de su encuentro con Henrriette hasta enamorarse de Georgette, su Niña adorada; de su aventura española que en menos de un año fructificó con la publicación de Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin, El tungsteno y Paco Yunquede sus tres viajes a Rusia caleteando a través de toda Europa; de su vida marcada y su ser revolucionario “por experiencia vivida, más que por ideas aprendidas”; de su inmolación poética con España aparta de mi este cáliz frente a la “Doctrina maldita”; de su agonía y crisis final  en la clínica “Villa Arago” donde moriría un día viernes (casi jueves) en París, un 15 de abril a las 9 y 20 de la mañana de 1938, sin que él les hiciera nada, siendo testigos, la soledad, la lluvia, los caminos…

 

Estamos pues, con César Vallejo, la vida bárbara de Jorge Nájar, ante la vida del poeta Vallejo y sus ramificaciones e implicaciones históricas, para así traspasar lo peruano y lo latinoamericano e inscribirse en el drama de la historia universal, que en este Centenario doble 2018-2019, por la aparición de Los heraldos negros, nos aunamos a su celebración, publicando esta notable novela, escrita bajo los humus y la inspiración del poeta más universal de nuestra tradición hispánica contemporánea.

 

Jaime Chihuán Gálvez

 

 

Sinco Editores

 

 

 * César Vallejo, la vida bárbara de Jorge Nájar. Editorial Sinco Editores 2019, Lima, Perú.

 


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